jueves, 17 de marzo de 2011

RESUMEN DEL LIBRO DEL CURIOSO CASO DEL DOCTOR JEKYLL Y MR.HYDE--RESEÑA DE LA PELICULA"LA RAIZ DEL MIEDO"

La historia comienza con que Utterson, abogado de profesión, y su primo Richard Enfield y cuando pasan por una casa que parecía abandonada, Enfield empieza a contar una rara historia remontándose a una noche en la que el pasaba por ese mismo lugar y se encontró con un hombre de baja estatura y deforme que estaba maltratando a una muchacha que se dirigía al medico. La familia de la muchacha y el Sr Enfield atraparon a ese misterioso sujeto, y en vez de llamar a la policía lo obligaron a pagarle un cheque a la familia de la chica. Misteriosamente, este sujeto se mete dentro de la casa que parecía estar abandonada y sale con un cheque no a su nombre, pero si al nombre del respetable Dr Jekyll.
Después de escuchar esta historia, Utterson regresa a su casa y busca las declaraciones de su amigo Dr Jekyll (no, me acuerdo como se dice, pero es en donde se deja declarado a quien van a ir sus pertenencias una vez que muera) que había hecho recientemente, y ve que todas sus pertenencias irían a manos del Sr Hyde, de quien Utterson piensa que es el extraño hombre de la historia de Enfield. Y aun más raro le parece a Utterson cuando lee que si el Dr Jekyll desaparece por más de tres meses, el Sr Hyde será el propietario de todas las pertenencias.
Utterson comienza a sospechar acerca del Sr Hyde, pensando que esta cagando al Dr Jekyll y decide averiguar mas sobre el para entender el por que. Y descubre que el Sr Hyde es básicamente normal pero se vuelve agresivo en cuanto se le habla acerca de su relación con el Sr Hyde.
Un año después el Sr Hyde asesina a un señor. Utterson y la policía recurren a la casa del asesino y encuentran todo saqueado y papeles quemados. Rápidamente, Utterson se dirige hacia la casa de su amigo Jekyll y le hace saber que Hyde es un asesino. Jekyll le dice a Utterson que su relación con Hyde había terminado. Descubren que Hyde le había dejado una nota de despedida al Dr Jekyll. Esa nota es analizada y descubren que la forma de escribir de Hyde es muy similar a la del Dr Jekyll.
Sigue pasando el tiempo y no se sabe nada sobre el paradero de Hyde.
Un día Utterson es invitado a una cena en la casa de Jekyll, en donde también se encontraba el Dr Lanyon. Durante la fiesta, Jekyll se vuelve medio loquito y Lanyon cae al piso en estado de shock y muere. Lanyon había tenia en su poder una carta para Utterson con indicaciones de que la lea una vez que Jekyll haya muerto o desaparecido.
Un tiempo después de este suceso, nuevamente, Utterson y Enfield caminan por enfrente de la casa de Jekyll, mientras platicaban y ven a Jekyll sentado en una silla mirando por la ventana cuando de repente la cierra bruscamente cuando a Enfield y Utterson les pareció que estaba sufriendo de algún ataque.
Una semana mas tarde, Richard Poole, el mayordomo de Jekyll llama a Utterson diciéndole que Jekyll ha estado encerrado y que oye que hace ruidos extraños y llora. La única comunicación que Poole mantenía con Jekyll eran cartas que pedían desesperadamente unas medicinas específicas. Utterson decide ir hacia la casa de Jekyll y con ayuda de Poole tiran abajo la puerta que encerraba a Jekyll. Encuentran el cuerpo de Hyde y asumen que se ha suicidado inmediatamente antes de que ellos entren al cuarto. Empiezan a buscar desesperadamente el cuerpo del Dr Jekyll pero sin éxito. Luego se dirigen al laboratorio de Jekyll en donde encuentran una carta que tenia el nombre de Sr Utterson. En la carta, Jekyll le advierte a Utterson que lea la carta de Lanyon, y que si todavía quiere saber mas que lea lo que se detalla en la que el (Jekyll) escribió para Utterson.
La carta de Lanyon comienza con una rara descripción de una carta que Lanyon había recibido de Jekyll la noche antes de la cena que Jekyll había organizado. En la carta, Jekyll le pedía a Lanyon que busque un cajón específico en el laboratorio de Jekyll. Luego un mensajero se iba a dirigir hacia la casa de Lanyon para recuperar las siguientes cosas: un polvo, un frasco y un libro. Lanyon sigue las instrucciones de la carta al pie de la letra pensando que Jekyll había pedido la razón. El Sr Hyde aparece a la hora especifica (era el mensajero), con una apariencia bastante extraña, con ropa que le quedaba demasiado larga para el. Lanyon le da las cosas que Jekyll había pedido en su carta. Hyde luego le pregunta si quiere ver el resultado final. Lanyon, muy curioso dice que si. Hyde empieza a mezclar todos los ingredientes quedando así una poción, la toma y se transforma en el Dr Jekyll. Lanyon muy shockeado cae al piso y muere.
Luego Utterson lee la carta de Jekyll, en donde explica su experimento. Jekyll siempre pensó que el alma de un ser humano estaba formada por el bien y el mal. Estas dos partes siempre estaban en conflicto entre ellas. El experimento de Jekyll lo transformaba a el en Henry Jekyll (su lado bueno) y en el Edward Hyde (su lado malvado).
Por algunos meses, estos comportamientos en el Dr Jekyll continuaron hasta que la mayoría del tiempo vivía bajo la personalidad de Edward Hyde.
En el momento en el que se encontraba encerrado en su casa, el no quería que nadie viera como preparaba su poción ni como se transformaba. Hasta que un día, su poción fallo, y se había quedado sin la medicina necesaria para controlarse. Es por eso que salio en busca de los ingredientes de su poción, pero sin éxito alguno. Cuando Poole y Utterson entraron a su habitación donde el estaba encerrado, lo encontraron muerto al Sr Hyde, quien también era Henry Jekyll.
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"LA RAIZ DEL MIEDO."
El poderoso abogado Martin Vail (Richard Gere). Su trabajo es defender, sobre todo cuando se trata de un caso que pondrá su nombre en los encabezados de los periódicos y podría ser la mejor oportunidad para promover su carrera. Cuando Vail se entera de que un jóven acólito de bajos recursos (Edward Norton) es acusado de asesinar al arzobispo de Chicago, deide tomar rápidamente el caso ansioso por aparecer en los medios de comunicación. El no sabe que descubrirá un nido de corrupción que lo pondrá en contra del fiscal que en el pasado fué su amante (Laura Linney). Vail tendrá que poner a prueba todas sus habilidades, su inteligencia y hasta su actitud por ganar a cualquier precio.
Pero Vail tendrá que aceptar que no tiene todas las respuestas a la mano como el creía y, peor aún, que ya está teniendo un interés personal en el caso.
Con el tiempo y conforme va pasando el caso de Aaron, Vail siente que le daran el caso a el y podran nombrar inocente a Aaron,y asi fue..a Aaron lo declararon inocente y Vail se sintió orgulloso de el mismo y de Aaron por haber dicho la verdad.
Pero ya cuando pasaron días y estaban en la ultima platica entre ellos 2,Vail se fue dando cuenta de que Aaron tenia una enfermedad la cual era "TRANSTORNO DE PERSONALIDAD MULTIPLE" y Aaron se habia hecho pasar por un retardado y tartamudo,pero no lo era, Aaron era el verdadero asesino del arzovispo.Entonces Vail se da cuenta que todo ese tiempo Aaron le vio la cara y le mintió en todo,Aaron le dijo la verdad y le dijo que se pudo burlar de el(VAIL) y Vail se fue muy desilucionado con el mismo y con Aaron,pero a fin de cuentas enviaron a Aaron a un psiquiatrico para manejar su enfermedad.
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 "VINCULOS."
LA BIPOLARIDAD
http://www.angelfire.com/ar3/renacer_en_jesus/bipolar.htm

TRANSTORNO DE PERSONALIDAD MULTIPLE
http://healthlibrary.epnet.com/GetContent.aspx?token=b696f142-edf4-4d7f-a7ba-dc89ceee0ace&chunkiid=121992

LA PSICOLOGIA
http://definicion.de/psicologia/

RESUMEN DEL LIBRO EL CURIOSO CASO DE DOCTOR JEKYLL Y MR.HYDE

La historia comienza con que Utterson, abogado de profesión, y su primo Richard Enfield y cuando pasan por una casa que parecía abandonada, Enfield empieza a contar una rara historia remontándose a una noche en la que el pasaba por ese mismo lugar y se encontró con un hombre de baja estatura y deforme que estaba maltratando a una muchacha que se dirigía al medico. La familia de la muchacha y el Sr Enfield atraparon a ese misterioso sujeto, y en vez de llamar a la policía lo obligaron a pagarle un cheque a la familia de la chica. Misteriosamente, este sujeto se mete dentro de la casa que parecía estar abandonada y sale con un cheque no a su nombre, pero si al nombre del respetable Dr Jekyll.
Después de escuchar esta historia, Utterson regresa a su casa y busca las declaraciones de su amigo Dr Jekyll (no, me acuerdo como se dice, pero es en donde se deja declarado a quien van a ir sus pertenencias una vez que muera) que había hecho recientemente, y ve que todas sus pertenencias irían a manos del Sr Hyde, de quien Utterson piensa que es el extraño hombre de la historia de Enfield. Y aun más raro le parece a Utterson cuando lee que si el Dr Jekyll desaparece por más de tres meses, el Sr Hyde será el propietario de todas las pertenencias.
Utterson comienza a sospechar acerca del Sr Hyde, pensando que esta regañando al Dr Jekyll y decide averiguar mas sobre el para entender el por que. Y descubre que el Sr Hyde es  normal pero se vuelve agresivo en cuanto se le habla acerca de su relación con el Sr Hyde.
Un año después el Sr Hyde asesina a un señor. Utterson y la policía recurren a la casa del asesino y encuentran todo saqueado y papeles quemados. Rápidamente, Utterson se dirige hacia la casa de su amigo Jekyll y le hace saber que Hyde es un asesino. Jekyll le dice a Utterson que su relación con Hyde había terminado. Descubren que Hyde le había dejado una nota de despedida al Dr Jekyll. Esa nota es analizada y descubren que la forma de escribir de Hyde es muy similar a la del Dr Jekyll.
Sigue pasando el tiempo y no se sabe nada sobre el paradero de Hyde.
Un día Utterson es invitado a una cena en la casa de Jekyll, en donde también se encontraba el Dr Lanyon. Durante la fiesta, Jekyll se vuelve medio loquito y Lanyon cae al piso en estado de shock y muere. Lanyon había tenia en su poder una carta para Utterson con indicaciones de que la lea una vez que Jekyll haya muerto o desaparecido.
Un tiempo después de este suceso, nuevamente, Utterson y Enfield caminan por enfrente de la casa de Jekyll, mientras platicaban y ven a Jekyll sentado en una silla mirando por la ventana cuando de repente la cierra bruscamente cuando a Enfield y Utterson les pareció que estaba sufriendo de algún ataque.
Una semana mas tarde, Richard Poole, el mayordomo de Jekyll llama a Utterson diciéndole que Jekyll ha estado encerrado y que oye que hace ruidos extraños y llora. La única comunicación que Poole mantenía con Jekyll eran cartas que pedían desesperadamente unas medicinas específicas. Utterson decide ir hacia la casa de Jekyll y con ayuda de Poole tiran abajo la puerta que encerraba a Jekyll. Encuentran el cuerpo de Hyde y asumen que se ha suicidado inmediatamente antes de que ellos entren al cuarto. Empiezan a buscar desesperadamente el cuerpo del Dr Jekyll pero sin éxito. Luego se dirigen al laboratorio de Jekyll en donde encuentran una carta que tenia el nombre de Sr Utterson. En la carta, Jekyll le advierte a Utterson que lea la carta de Lanyon, y que si todavía quiere saber mas que lea lo que se detalla en la que el (Jekyll) escribió para Utterson.
La carta de Lanyon comienza con una rara descripción de una carta que Lanyon había recibido de Jekyll la noche antes de la cena que Jekyll había organizado. En la carta, Jekyll le pedía a Lanyon que busque un cajón específico en el laboratorio de Jekyll. Luego un mensajero se iba a dirigir hacia la casa de Lanyon para recuperar las siguientes cosas: un polvo, un frasco y un libro. Lanyon sigue las instrucciones de la carta al pie de la letra pensando que Jekyll había pedido la razón. El Sr Hyde aparece a la hora especifica (era el mensajero), con una apariencia bastante extraña, con ropa que le quedaba demasiado larga para el. Lanyon le da las cosas que Jekyll había pedido en su carta. Hyde luego le pregunta si quiere ver el resultado final. Lanyon, muy curioso dice que si. Hyde empieza a mezclar todos los ingredientes quedando así una poción, la toma y se transforma en el Dr Jekyll. Lanyon muy shockeado cae al piso y muere.
Luego Utterson lee la carta de Jekyll, en donde explica su experimento. Jekyll siempre pensó que el alma de un ser humano estaba formada por el bien y el mal. Estas dos partes siempre estaban en conflicto entre ellas. El experimento de Jekyll lo transformaba a el en Henry Jekyll (su lado bueno) y en el Edward Hyde (su lado malvado).
Por algunos meses, estos comportamientos en el Dr Jekyll continuaron hasta que la mayoría del tiempo vivía bajo la personalidad de Edward Hyde.
En el momento en el que se encontraba encerrado en su casa, el no quería que nadie viera como preparaba su poción ni como se transformaba. Hasta que un día, su poción fallo, y se había quedado sin la medicina necesaria para controlarse. Es por eso que salio en busca de los ingredientes de su poción, pero sin éxito alguno. Cuando Poole y Utterson entraron a su habitación donde el estaba encerrado, lo encontraron muerto al Sr Hyde, quien también era Henry Jekyll.

martes, 14 de diciembre de 2010

Cuento y poemas

1° CUENTO DEL CONDE LUCANOR
Lo que sucedió a un rey y a un ministro suyo
Una vez estaba hablando apartadamente el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, y le dijo:
-Patronio, un hombre ilustre, poderoso y rico, no hace mucho me dijo de modo confidencial que, como ha tenido algunos problemas en sus tierras, le gustaría abandonarlas para no regresar jamás, y, como me profesa gran cariño y confianza, me querría dejar todas sus posesiones, unas vendidas y otras a mi cuidado. Este deseo me parece honroso y útil para mí, pero antes quisiera saber qué me aconsejáis en este asunto.
-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, bien sé que mi consejo no os hace mucha falta, pero, como confiáis en mí, debo deciros que ese que se llama vuestro amigo lo ha dicho todo para probaros y me parece que os ha sucedido con él como le ocurrió a un rey con un ministro.
El Conde Lucanor le pidió que le contara lo ocurrido.
-Señor -dijo Patronio-, había un rey que tenía un ministro en quien confiaba mucho. Como a los hombres afortunados la gente siempre los envidia, así ocurrió con él, pues los demás privados, recelosos de su influencia sobre el rey, buscaron la forma de hacerle caer en desgracia con su señor. Lo acusaron repetidas veces ante el rey, aunque no consiguieron que el monarca le retirara su confianza, dudara de su lealtad o prescindiera de sus servicios. Cuando vieron la inutilidad de sus acusaciones, dijeron al rey que aquel ministro maquinaba su muerte para que su hijo menor subiera al trono y, cuando él tuviera la tutela del infante, se haría con todo el poder proclamándose señor de aquellos reinos. Aunque hasta entonces no habían conseguido levantar sospecha en el ánimo del rey, ante estas murmuraciones el monarca empezó a recelar de él; pues en los asuntos más importantes no es juicioso esperar que se cumplan, sino prevenirlos cuando aún tienen remedio. Por ello, desde que el rey concibió dudas de su privado, andaba receloso, aunque no quiso hacer nada contra él hasta estar seguro de la verdad.
»Quienes urdían la caída del privado real aconsejaron al monarca el modo de probar sus intenciones y demostrar así que era cierto cuanto se decía de él. Para ello expusieron al rey un medio muy ingenioso que os contaré en seguida. El rey resolvió hacerlo y lo puso en práctica, siguiendo los consejos de los demás ministros.
»Pasados unos días, mientras conversaba con su privado, le dijo entre otras cosas que estaba cansado de la vida de este mundo, pues le parecía que todo era vanidad. En aquella ocasión no le dijo nada más. A los pocos días de esto, hablando otra vez con aquel ministro, volvió el rey sobre el mismo tema, insistiendo en la vaciedad de la vida que llevaba y de cuanto boato rodeaba su existencia. Esto se lo dijo tantas veces y de tantas maneras que el ministro creyó que el rey estaba desengañado de las vanidades del mundo y que no le satisfacían ni las riquezas ni los placeres en que vivía. El rey, cuando vio que a su privado le había convencido, le dijo un día que estaba decidido a alejarse de las glorias del mundo y quería marcharse a un lugar recóndito donde nadie lo conociera para hacer allí penitencia por sus pecados. Recordó al ministro que de esta forma pensaba lograr el perdón de Dios y ganar la gloria del Paraíso.
»Cuando el privado oyó decir esto a su rey, pretendió disuadirlo con numerosos argumentos para que no lo hiciera. Por ello, le dijo al monarca que, si se retiraba al desierto, ofendería a Dios, pues abandonaría a cuantos vasallos y gentes vivían en su reino, hasta ahora gobernados en paz y en justicia, y que, al ausentarse él, habría desórdenes y guerras civiles, en las que Dios sería ofendido y la tierra destruida. También le dijo que, aunque no dejara de cumplir su deseo por esto, debía seguir en el trono por su mujer y por su hijo, muy pequeño, que correrían mucho peligro tanto en sus bienes como en sus propias vidas.
»A esto respondió el rey que, antes de partir, ya había dispuesto la forma en que el reino quedase bien gobernado y su esposa, la reina, y su hijo, el infante, a salvo de cualquier peligro. Todo se haría de esta manera: puesto que a él lo había criado en palacio y lo había colmado de honores, estando siempre satisfecho de su lealtad y de sus servicios, por lo que confiaba en él más que en ninguno de sus privados y consejeros, le encomendaría la protección de la reina y del infante y le entregaría todos los fuertes y bastiones del reino, para que nadie pudiera levantarse contra el heredero. De esta manera, si volvía al cabo de un tiempo, el rey estaba seguro de -35- encontrar en paz y en orden cuanto le iba a entregar. Sin embargo, si muriera, también sabía que serviría muy bien a la reina, su esposa, y que educaría en la justicia al príncipe, a la vez que mantendría en paz el reino hasta que su hijo tuviera la edad de ser proclamado rey. Por todo esto, dijo al ministro, el reino quedaría en paz y él podría hacer vida retirada.
»Al oír el privado que el rey le quería encomendar su reino y entregarle la tutela del infante, se puso muy contento, aunque no dio muestras de ello, pues pensó que ahora tendría en sus manos todo el poder, por lo que podría obrar como quisiere.
»Este ministro tenía en su casa, como cautivo, a un hombre muy sabio y gran filósofo, a quien consultaba cuantos asuntos había de resolver en la corte y cuyos consejos siempre seguía, pues eran muy profundos.
»Cuando el privado se partió del rey, se dirigió a su casa y le contó al sabio cautivo cuanto el monarca le había dicho, entre manifestaciones de alegría y contento por su buena suerte ya que el rey le iba a entregar todo el reino, todo el poder y la tutela del infante heredero.
»Al escuchar el filósofo que estaba cautivo el relato de su señor, comprendió que este había cometido un grave error, pues sin duda el rey había descubierto que el ministro ambicionaba el poder sobre el reino y sobre el príncipe. Entonces comenzó a reprender severamente a su señor diciéndole que su vida y hacienda corrían grave peligro, pues cuanto el rey le había dicho no era sino para probar las acusaciones que algunos habían levantado contra él y no por que pensara hacer vida retirada y de penitencia. En definitiva, su rey había querido probar su lealtad y, si viera que se alegraba de alzarse con todo el poder, su vida correría gravísimos riesgos.
»Cuando el privado del rey escuchó las razones de su cautivo, sintió gran pesar, porque comprendió que todo había sido preparado como este decía. El sabio, que lo vio tan acongojado, le aconsejó un medio para evitar el peligro que lo amenazaba.
»Siguiendo sus consejos, el privado, aquella misma noche, se hizo rapar la cabeza y cortar la barba, se vistió con una túnica muy tosca y casi hecha jirones, como las que llevan los mendigos que piden en las romerías, cogió un bordón y se calzó unos zapatos rotos aunque bien clavados, y cosió en los pliegues de sus andrajos una gran cantidad de doblas de oro. Antes del amanecer encaminó sus pasos a palacio y pidió al guardia de la puerta que dijese al rey que se levantase, para que ambos pudieran abandonar el reino antes de que la gente despertara, pues él ya lo estaba esperando; le pidió también que todo se lo dijera sin ser oído por nadie. El guardia, cuando así vio al privado del rey, quedó muy asombrado, pero fue a la cámara real y dio el mensaje al rey, que también se asombró mucho e hizo pasar a su privado.
»El rey, al ver con aquellos harapos a su ministro, le preguntó por qué iba vestido así. Contestó el privado que, puesto que el rey le había expresado su intención de irse al desierto y como seguía dispuesto a hacerlo, él, que era su privado, no quería olvidar cuantos favores le debía, sino que, al igual que había compartido los honores y los bienes de su rey, así, ahora que él marchaba a otras tierras para llevar vida de penitencia, querría él seguirlo para compartirla con su señor. Añadió el ministro que, si al rey no le dolían ni su mujer, ni su hijo, ni su reino, ni cuantos bienes dejaba, no había motivo para que él sintiese mayor apego, por lo cual partiría con él y le serviría siempre, sin que nadie lo notara. Finalmente le dijo que llevaba tanto dinero cosido a su ropa que nunca habría de faltarles nada en toda su vida y que, pues habían de partir, sería mejor hacerlo antes de que pudiesen ser reconocidos.
»Cuando el rey oyó decir esto a su privado, pensó que actuaba así por su lealtad y se lo agradeció mucho, contándole cómo lo envidiaban los otros privados, que estuvieron a punto de engañarlo, y cómo él se decidió aprobar su fidelidad. Así fue como el ministro estuvo a punto de ser engañado por su ambición, pero Dios quiso protegerlo por medio del consejo que le dio aquel sabio cautivo en su casa.
»Vos, señor conde, es preciso que evitéis caer en el engaño de quien se dice amigo vuestro, pero ciertamente lo que os propuso sólo es para probaros y no porque piense hacerlo. Por eso os convendrá hablar con él, para que le demostréis que sólo buscáis su honra y provecho, sin sentir ambición ni deseo de sus bienes, pues la amistad no puede durar mucho cuando se ambicionan las riquezas de un amigo.
El conde vio que Patronio le había aconsejado muy bien, obró según sus recomendaciones y le fue muy provechoso hacerlo así.
Y, viendo don Juan que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
No penséis ni creáis que por un amigo
hacen algo los hombres que les sea un peligro.
También hizo otros que dicen así:
Con la ayuda de Dios y con buen consejo,
sale el hombre de angustias y cumple su deseo.
FIN

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2° IMAGEN DEL RENACIMIENTO Y LA CAPILLA SIXTINA
         
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3° POEMA DE GONGORA

Luis de Gongora "A CIERTA DAMA QUE SE DEJABA VENCER DEL INTERÉS ANTES QUE DEL GUSTO"

Mientras Corinto, en lágrimas deshecho,
La sangre de su pecho vierte en vano,
Vende Lice a un decrépito indïano
Por cien escudos la mitad del lecho.

¿Quién, pues, se maravilla de este hecho,
Sabiendo que halla ya paso más llano,
La bolsa abierta, el rico pelicano,
Que el pelícano pobre, abierto el pecho?

Interés, ojos de oro como gato,
Y gato de doblones, no Amor ciego,
Que leña y plumas gasta, cien arpones

Le flechó de la aljaba de un talego.
¿Qué Tremecén no desmantela un trato,              
Arrimándole al trato cien cañones?                              



POEMA DE LOPE DE VEGA
¿QUÉ TENGO YO, QUE MI AMISTAD PROCURAS?(Rafael y Lope de Vega)

.
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!

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4° POEMA DE ADOLFO BECQUER
    Volverán las oscuras golondrinas


  Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
      jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban           
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
      ésas... ¡no volverán!

  Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,              
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
      sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...                 
      ésas... ¡no volverán!

  Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
      tal vez despertará;                       
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
      ¡así no te querrán!